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Hoy me compartieron estas bellas imágenes de la montaña "Aconcagua", con sus 6,961 msnm, es ni más ni menos que la montaña más alta de América, está situada en Argentina y es muy conocida como "El techo de América". Llegar acá significa un esfuerzo increíblemente fuerte, tanto física como mentalmente, es pasar días de frío, tormentas de viento, mucho cansancio, cero comodidades, cargar comida y agua para muchos días, donde hasta para ir al baño significa un esfuerzo enorme, ese es el precio por conquistar su cima. Bueno pues un buen amigo lo logró hace apenas unos dos meses, es un orgullo para nuestro club y para sus amigos, una gloria que muy pocos pueden saborear, me ha contado algunos detalles de su hazaña y me he quedado sorprendida y con el corazón latiendo de la emoción que me ha transmitido. Llegar acá es la suma de mucho esfuerzo y pasar obstáculos que ponen a prueba el temple de la persona, ¿que sigue? dice que su primer 8mil, puff el Himalaya lo espera y ...

Dormir bajo el cobijo de una cueva, en un acantilado con vista a Tepoztlan, compartir y contar aventuras, todo integrado en paquete de fin de semana que fué mas allá de las expectativas. A estos lugares les llaman los corredores, tantas veces he visitado este pueblito y apenas descubro estas maravillas (g r a c i a s) Seguimos la aventura hasta llegar a estas vistas. Hay que subir un poco las peñas, pero no esta tan complicado, lo mas difícil para mí es la carga, soy malísima con mochila al hombro, se me atoraba por las ramas y los pasillos un poco estrechos, en una ocasión salió volando la bolsa de dormir hasta abaaaaaajo, jaja, ni modo, ir por ella, pero el precio del esfuerzo es totalmente recompensado. Horas y horas de contemplar la naturaleza, horas de plática, horas de sol, tan bonito fué que ni hambre nos dió, cargar tanto para no usarlo ¡ja! solo por eso al bajar al pueblo nos premiamos con unas buenas quesadillas, probé lo que es un chale (algo boenísimo) y de po...

Pues por fin fué la salida a la escalada y rapel, primero unas clases teóricas de las que uno entiende poco (o casi nada) todos los términos son desconocidos, mosquetones, arneses, cuerdas, nudos, seguridad, que los zapatos, que el casco, etc., etc., ¡todo un mundo nuevo! después de unas horas de repetición y repetición de la teoría y ya bien entrados en el tema (ajá) empieza la práctica. Los nervios y el miedo imperan antes de lanzarse la primera vez, las piernitas tiemblan, las manos sudan, los compañeros toman fotos y animan, puff, hora de aventarse al ruedo, yo que soy bien valiente fuí la tercera del grupo, pero una vez superada la salida se le toma gusto, se disfruta y se pide mas. El rapel me pareció superdisfrutable, se siente libertad, bonito pues, la escalada está llena de adrenalina pero de la buena, yo nada mas veía la pared vertical y pensaba ya casi, ya casi, solo un peldaño mas, y así hasta llegar a la cima, ¡¡yuhuuu!! no se crean que fuer...