12.11.11



Pues así pasa uno un festejo mas de cumpleaños, visitando lugarcitos, tomando fotos y comiendo rico.

Fue un buen día, tengo unos amigos que valen oro, recibir tantos mensajitos y llamadas hace levantar el ánimo hasta el cielo :-)  estoy contenta, aunque siempre hay espectativas por algo mas (ingrata que es una) digo el festejo es para saltar de gusto. Ahora a trabajar para cumplir los deseos, porque no hay lámpara que los convierta en realidad sin dedicación y tiempo.

Hacía mucho tiempo que quería ir al famoso Centro Ceremonial Otomí y siempre por algo no sucedía, hasta hoy y fué una buena decisión, aunque creo que disfruté mas el camino que el propio lugar, si alguien vive en las cercanías y le apetece ir, les cuento que nosotros tomamos el camino desde Atizapán hacia Xilotzingo (ver un mapa), nada mas saliendo de la autopista, se encuentra uno con caminos llenos de árboles, visitamos una presa que ni en cuenta la teníamos, es muy grande y de agua super limpia, en las partes bajas se pueden ver las piedras, ahí se puede pasar un gran día, o al menos pasan a caminar un rato y fotografiarla, luego prosiguen el camino y preguntando y con mucha paciencia y alguna perdida llegan al destino, aunque las perdidas valen la pena, los caminos son realmente bonitos, son unas vistas maravillosas, los árboles casi tapan el camino, pinos, pinos, pinos... En el famoso centro ceremonial se puede acampar, jugar en los campos de pasto, dar paseos en bici por sus explanadas, o bien caminar por los riachuelos de los alrededores.

De regreso pueden pasar a algun pueblito de su preferencia  donde tienen criaderos de truchas y seleccionar su trucha para que se las cocinen a su gusto, yo que no soy partidaria de ver morir animalitos, dejé al cocinero que eligiera mi alimento, ni modo pero estaba delicioso!!

Y asi termina uno un cumpleaños mas, haciendo lo que mas bien se me da hacer: conocer lugarcitos perdidos en la naturaleza.

G r a c i a s.