Tenía que ser un día especial que se repite cada cuatro años el que me diera una sorpresa tan bonita, del purititio gusto de ser y estar, hasta ganas de bailar dan y eso que ni me gusta tanto :)
Visité tus tierras... De texano a montañero, de montañero a playero, de playero a turista, todo eso, en todos los matices pero con el asombro intacto. Nada pudo cambiarnos y a estas alturas estamos tan felices que agradecemos tener el alma contenta, sin cuentas pendientes y sin pagos por cobrar... ¡es la rueda de la vida! A que sí Paulino texano, visité tus tierras y hacía mucho frio, pero tuve el corazón calientito y es invaluable. Esta vez acompañada ¡! pues si, la vida sigue.
Con el corazón agradecido y la mente en paz. Miren nomás tan colorido el campo mexicano que me ha tocado admirar. Aparte, llevo dos meses que empecé a correr mas seriamente, me refiero a que voy al menos 4 veces a la semana y los días que estuve de vacaciones corrí todos los días... ¡aplausos a mí! tengo la motivación a tope. El verano es mi estación favorita, todo verde, llueve mucho y yo disfruto mucho ver llover, este año ha sido generoso y he tenido muchas tardes de lluvia, también ando liberándome de estorbos y esta vez es en serio, cosas simples que cuestan mucho. Un día de estos, estaba cansada porque temprano fui a correr, luego a las compras y cocinar, a eso de las 12 solo quería sentarme en ese inmenso jardín y ver llegar los pájaros, pero me convencieron de ir a caminar al cerro y ¡ohh que bonito! vi un super atardecer, pájaros carpinteros y nos subimos a la casita del árbol que ahora está remodelada, conocimos un pueblo relindo, todo lo que me hubiera perdido sol...
Hoy regresamos a este lugar....traigo la prueba con esta foto pixeleada, ese día me regalaste un gato de trapo de patas largas y coloridas, también esa vez te compartí mi lado mas dramático, aunque hoy es mas profundo y no se arregla con peluches, es mas ya no me gustan. Falta poco para ser, estar y decidir, yo te lo confirmo. Gracias por siempre estar, por la complicidad, desde aquellos tiempos donde me descomponías mi código y nos gastábamos las becas en cenas abundantes de tacos o sopes con raspado. Te super quiero, aunque eso ya lo sabes.
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