Monte Tláloc

Aquí estoy otra vez...

Muchas veces he contado lo mucho que me gusta la naturaleza, hubo un tiempo que salía tanto a caminar y subir montañas que me sentía plena y me daba batería para ir por mas, me hacía mantener siempre la motivación a tope. Hace algo ya de esos días, siempre he querido repetir porque yo digo que si estamos vivos es obligación dedicar tiempo a lo que nos gusta, si además no hay nada que lo impida, pero pues no, no ha sido posible o no me había decidido a volver con mas intensidad, porque eso sí, aunque con menos frecuencia no he dejado esta actividad, esporádicamente seguí aunque la emoción de aquellos días no fue la misma.

Lo que resta de este año me he propuesto volver porque siendo algo que me llena tanto es una verdadera tristeza no dedicarle tiempo, ahora la dinámica es salir con amigos y con mi club de montaña que tanto quiero. Hace unos días fui a caminar todo un día, el cual me dio tiempo para priorizar mis actividades y pensé tanto en como uno se va alejando de las cosas que nos gustan por cambios en rutinas, amigos, pareja, el trabajo y un largo etc., pensé que si uno supiera que va a morir en pocos años o meses, seguro dedicaría tiempo a eso que nos hace felices, a decir cuanto uno ama a las personas y demostrarlo, pero ¿quien nos dice que esto no sucederá pronto? nadie lo sabe y por eso nos metemos en la rutina o en resolver el día a día. No quiero que me llegue la edad en la que ya no pueda y me quede con el recuerdo de cuando fui tan plenamente feliz subiendo cerros, o bien que la vida se acabe y me atrape metida en mi casa recordando aquellos días...

No importa la ridiculez, importa la felicidad.

Por lo anteriormente dicho, he vuelto y ha sido genial, el monte Tláloc tiene su grado de dificultad, además al regreso nos cayó la tormenta, demasiados rayos y nosotros en el bosque, al final todos cansados y felices. Y así termina este fin de semana una mas en la montaña, tengo ya muchas salidas programadas para este año ¡vuelve la emoción! ♣

Mucha lluvia, relámpagos y truenos

Algunos detalles de la salida en un campo lleno de vida:

Diversidad

Si al franquear una montaña en la dirección de una estrella, 
el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada, 
se arriesga a olvidar cual es la estrella que lo guía.
 

 [Antoine de Saint-Exupéry]