Ya me fui...

No importa lo que haga, no importa lo que pase, no importa si sale un arcoíris, no importa si viene el lobo... un día como hoy. ¡ya no estoy! 

El día mas revelador es cuando te confiesan como el mundo se expande, cuando te dejan fuera... no soy yo, es así y no hay mas. ¿Qué sigue? la vida, la vida que pasa aunque uno no quiera, aunque uno no esté, aunque no te quieran, aunque te quieran...

Al final, uno carga con su esencia y es la que lo acompaña toda la vida y la que vas repartiendo con todos los que comparten tu camino, a ratos, a cachos o a montones.

Lugares comunes

Hace años no existía esta presa, perdí la cuenta de cuantas veces pasé por acá, pero estoy segura que fueron mas de 100, muchos días, de muchos meses, de muchos años, lo bonito era ir por el lado izquierdo, por ahí es donde estaba la diversión, había grandes árboles de coco (no palmeras), de ciruela, de los que se podía hacer chicle y al final llegando a la barranca los limones y el guayabo, con vistas a lo alto del cerro de enfrente donde no podíamos ir porque estaba prohibido, ahí estaban aquellos paredones abandonados con sus patios de altos arboles, que una vez fueron habitados por dos familias y que mi abue me contaba la historia de cómo mataron al jefe de una familia y todos salieron huyendo, dejando sus casas y pertenencias, ¡que días tan felices!. Siempre te recuerdo a ti "vaca vieja" como te costaba subir por ese pequeño texcal, tenías pocos dientes y se te dificultaba cortar el pasto, yo te juntaba hojas de acahual porque eran suaves y te gustaban mucho porque las comías con facilidad, eras tierna, te dejabas acariciar y me perseguías para que te diera hojas o las cáscaras de pitaya... al final del día, siempre ibas atrás, conmigo, con nosotros, me alegra saber que te dejaron vivir toda tu vida, hasta morir de viejita, lo merecías. 

Era tan feliz con tan poco, no existías, pero desde aquellos días te imaginaba porque siempre me conté historias, como cuando me escondía tirada en los pastizales altos y frescos, -hasta parece que lo vuelvo a vivir- ahí viendo las copas de los árboles, pensaba que toda la vida iba a querer hacer eso y después mostrarlo y compartirlo, creo que me lo imaginaba mas bonito de lo que era, pero era mi mi mundo, y ahora ya ves, la gente que mas he amado ya no está, ni siquiera una foto de la vaca vieja. Hoy regreso sin cargas, sin lastre, con el recuerdo de esos días tan lejanos pero tan presentes y sin nada mas, por eso gracias por no estar, por  no entrar en mi mundo y por no existir mas que en la imaginación.

Mi familia era lo que tenía y era mi todo, los que me formaron y sin saber me regalaron esta esencia que a veces es soñadora pero es bonita y así seguimos por el mundo.

  

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