No dejes que te dañen, no te dañes y no dañes a otros Parece idílico, pero es fantasía. Vengo del pasado, y no, no debí insistir ir a la montaña, aunque la salida fue de cuento, literal. Fue el 20 de noviembre de 2016, salimos tarde, desayunamos café de olla, quesadillas y chales -que delicia- compré pan horneado en leña, y el día estaba soleado, ¿Qué podía salir mal? nada, de hecho nada salió mal. Iniciamos la caminata y casi a la media hora ya la subida fuertecita entre pocos árboles, mucho sol y calor, seguimos avanzando y para suerte ya estamos bajo los árboles, el viento del bosque es refrescante y delicioso, las vistas cada vez mas bonitas... seguimos y después de varios descansos (míos) en la última subida encontramos muchas flores en el camino, yo pues hasta atrás, jadeando pero con buen ánimo, cuando por fin alcancé cima, ¡sorpresa! me regalaron este ramo de flores silvestres, recogidas sin que yo me diera cuenta, ahh como fui feliz, las pequeñas cosas que dan sentido al...